- Introducción
La autoestima está relacionada con el autoconcepto del deportista y se basa en una valoración positiva/negativa que hace este de sí mismo.
Esta valoración tiene un gran componente afectivo, por lo que suscita emociones como la vergüenza o el orgullo1.
- Relación de la autoestima con la salud del deportista
Se considera que la autoestima es una necesidad básica del ser humano que tiende a fluctuar según nuestros éxitos y fracasos en las facetas más importantes de nuestra vida.
Estas facetas son las relativas a nuestro autoconcepto físico, académico-laboral, emocional, social y familiar.
Una elevada autoestima, sin caer en el narcisismo y pedantería, está relacionada con bienestar físico, psicológico y social2.
Favorece nuestra relación con los demás al aumentar nuestra iniciativa y funciona a modo de defensa ante los sentimientos negativos derivados de los fracasos.
Esto es debido a que la autoestima reduce la percepción de amenaza y mejora la elección de estrategias de afrontamiento2.
Una baja autoestima está relacionada con incidencia de diferentes enfermedades, malestar psicológico y otros déficits conductuales1.
Esto es debido a que lleva a emplear estrategias de afrontamiento inadecuadas y a realizar comportamientos de riesgo.
Además de estar vinculada con el tabaquismo, alcoholismo y consumo de drogas2, parece estar también relacionada con la depresión3.
También parece existir una relación entre una autoestima y estrés, debido a que tener una alta autoestima ayuda a preservar la integridad del hipocampo ante la respuesta de estrés al tener estrategias de afrontamiento más adecuadas.
Esto podría conllevar a su vez una disminución de la actividad del eje HPA y un menor número de desórdenes neuroendocrinos e inmunes2.
Por último, en ciertas enfermedades crónicas, como asma o artritis reumatoide, se ha visto que una menor autoestima está relacionada con estados de ánimo negativos, mayor respuesta de estrés y aumento de la severidad de la sintomatología4.
- Conclusión
Para ser feliz, el deportista debe desarrollar su autoestima en cada uno de sus autoconceptos o facetas de su vida mediante experiencias de éxito5, aprendiendo también a autorregular su propia exigencia respecto a lo que considera un “éxito”.
Diversifiquemos y no pongamos todos “nuestros huevos” en una misma cesta u autoconcepto. Nuestra salud depende de ello.
REFERENCIAS
1. Gaviria-Stewart. Introducción a la Psicología Social. Teoría y cuaderno de investigación. Alcorcón: Editorial Sanz y Torres; 2013.
2. Lu H, Li X, Wang Y, Song Y, Liu J. The hippocampus underlies the association between self-esteem and physical health. Sci Rep [Internet]. 2018;8(1):17141. Available from: https://doi.org/10.1038/s41598-018-34793-x
3. Hilbert S, Goerigk S, Padberg F, Nadjiri A, Übleis A, Jobst A, et al. The Role of Self-Esteem in Depression: A Longitudinal Study. Behav Cogn Psychother. 2019 Mar;47(2):244–50.
4. Juth V, Smyth JM, Santuzzi AM. How do you feel? Self-esteem predicts affect, stress, social interaction, and symptom severity during daily life in patients with chronic illness. J Health Psychol. 2008 Oct;13(7):884–94.
5. Cotterill S. The psychology of performance. Abingdon: Routledge; 2018.